Descubre una de las escenas más crecientes y vanguardistas del país.
De todas las escenas que existen en México, Monterrey es una de las más vibrantes y dinámicas con una extensa narrativa musical que pasa por lo urbano, camina por el pop y deambula en lo experimental. Pero no todo se filtra al exterior, quedando remanentes de estas manifestaciones musicales al margen de lo de todos los días. Dentro de esos vestigios de ciudad industrial que obedece a las caprichosas fuerzas de mercado, sin duda Monterrey es el lugar ideal para descubrir y vivir esa tensión creativa que existe a lo largo de su extensa, complicada y segmentada planicie.
Monterrey tiene paralelos certeros con una ciudad como Detroit, la ciudad que dio nacimiento al Techno y a otros derivados de música electrónica bailable y Hip Hop. Al margen de su reciente decaimiento económico y bajo el relieve de lo que brilla, personalidades como Moodyman y Andrés han crecido internacionalmente a su propio paso desde ahí. Sin ser demasiado subterráneos o demasiado visibles, ambos artistas han logrado un respetado cuerpo de trabajo que los ha catapultado a diferentes niveles de entendimiento y éxito.
En el caso de Andrés, el productor cubano americano Humberto Hernández, su experiencia es ejemplar en términos de como ser un DJ y productor de música electrónica con un bagaje histórico que ejemplifica perfectamente su situación de artista marginal aún por ser descubierto. Proviniendo de una ilustrada familia de músicos cubanos, Andrés revela en su trabajo una capa profunda de historia y sonidos que logra conectarlo con diferentes generaciones y públicos alrededor del mundo. Una situación de la que él hace uso para amplificar cada instancia de lo que es posible musicalmente hablando y así mismo obligarte a descubrir géneros y estéticas dentro de esas memorias sonoras que solo él puede contar. House, Soul, Hip Hop o ritmos latinos, aquí ya no importa el lugar de origen de estos, sino la manera de cómo cada una de esas capas y géneros son descontextualizados para crear nuevas narrativas musicales.
Es así como Ezekiel también pone en un nuevo filo de entendimiento su aleación de Bass, Electrónica, y Hip Hop. O como Daniel Maloso puede tomar su electro gamberro y desplazarlo a nivel global al lado del crew de Cómeme. O los acercamientos suntuosos de Teen Flirt, que mediante acentuados pronunciamientos de ritmo logra también integrarse a una nueva maqueta sonora global. Aquí ya no es tanto el dime de dónde vienes y te diré que tipo de músico eres, sino de cómo esa experiencia musical unificada logra nuevos sonidos y acercamientos a lo demás.
Platicamos sobre esto mismo con Andrés, para entender profundamente cómo esas memorias musicales logran generar nuevas experiencias que siguen propagándose desde al ayer hasta el mañana.
Dime de tu pasado, cómo terminaste produciendo música, cómo llegaste a ser DJ.
Bueno, supongo que desde que era niño, desde que nací, he estado escuchando música en mi casa. Aprendí a tocar percusión latina instantáneamente, mi padre siendo músico. Me presenté como músico la primera vez cuando tenía como tres años; digo , siempre he estado muy involucrado desde el inicio, pero al mismo tiempo mis padres, que son cubanos y jamaiquinos. Crecí escuchando música cubana y aprendí a tocar todas las percusiones latinas. Muchos discos se tocaban en casa, en la casa de mis dos abuelas, y siempre hubo un tocadiscos, discos por todos lados. Aún no sabía leer pero ya sabía quiénes eran los artistas, y antes de que yo lo supiera ya estaba poniendo estos discos. Mi abuela me pedía que cambiara el disco, que le diera la vuelta en su tornamesa. Todo se trató de ser un músico con mis padres y estar alrededor de discos sin saber que a eso me dedicaría en mi vida.
Así que la música fue algo que se fomentó en tu familia.
Si, si, definitivamente. Estaba viendo este clip de Questlove de The Roots en donde viajó a La Habana, fue a tocar como DJ, a comprar discos y lo documentó. Para mí fue algo emocional porque ese es el camino que me gustaría tomar. Nunca he ido ahí pero siempre he querido estar ahí, siempre he sentido sabiendo que sólo conozco este elemento de donde vivo, a pesar de conocer el elemento de allá mediante la música, desde el punto de vista de la historia, de mi familia y de seguir eso por tantos años.
A pesar de ese anhelo, siento que tu música, el trabajo que has producido, nunca se ha caracterizado por ser latina. A lo mejor tu nombre de artista lo revela, pero no es algo que sea tan evidente.
Siento que, bueno, claramente hay algunos tracks que tienen eso, como el track About Time, en donde mi papá participa y que se editó en el Green Label de Mahogani Music, pero también hay un track en el álbum Andrés II, en donde específicamente quería ir a la esencia de las cosas. Hay mucha percusión y a lo mejor mucha gente pensó que se trataba de un interludio, era solamente yo tocando percusión, un bajista y Amp Fidler en teclados y de ahí se va a otro track. Pero quiero hacer más cosas en vivo, no necesariamente un disco latino pero sí quiero esa influencia en mi música. Si quiero hacer un disco latino, sería de todo lo que he sacado, pues no ha sido mi llamado aún, lo mío ha sido mostrar esa fusión, mostrar esas diferentes influencias que hay en mi música.
Tal vez para lograr eso necesites hacer ese viaje del que hablabas, hacia tus raíces.
Sí, aunque eso es algo más personal, pero sí estoy seguro que ayudará a inspirarme musicalmente. Es algo más personal. Hacer cosas latinas con mi música lo veo de la misma manera que el Hip Hop al incorporar elementos latinos ahí, me interesa mucho que no suene cursi sino que suene auténtico, especialmente por que disfruto todos los aspectos de eso, aprecio todo el espectro que tiene de la misma manera que disfruto el R&B, el Soul. En ese sentido soy un alma vieja en cuanto a la música. Como le digo a mucha gente, muchos músicos de los 50s dejaron Cuba y vinieron a México a hacerse famosos gracias a la industria del cine de esa época, gente como Benny Moré, regresan a Cuba como héroes porque se hicieron famosos haciendo música, pero tuvieron que dejar su casa para poder comer y vivir. No mucha gente sabe eso, pero yo soy fan de esa era, mi gusto de esa música llega hasta esa época, hasta lo de hoy, todo. Tengo que agradecer a mi padre por eso, de otra manera no tendría ningún conocimiento, gracias a sus conexiones siempre estuvimos al tanto de lo nuevo. Para mí los músicos cubanos son los más avanzados pero son los que menos tienen. Hay gente que seguramente toca veinte veces mejor que tú y que ni siquiera tienen para comprarse sus instrumentos, pero que seguro son muy especiales en lo que hacen musicalmente. A mí me inspira mucho la música caribeña en general, el reggae, el funk. La música latina me ha hecho apreciar la música brasileña y cosas de ese tipo. Es a través de mi padre que conocí a Ozomatli, que pude ser DJ y tocar percusiones con ellos antes de que también participara con Slum Village.
Vienes de Detroit y encuentro ahí un paralelo con el ejemplo que pusiste de estos músicos cubanos que tienen poco reconocimiento. Sobre todo gente como Moodyman, que vienen siendo artistas de culto, talentosos, visionarios, pero que el mainstream deja pasar por cosas más obvias, no obteniendo el respeto que debieran tener por sus contribuciones al House, a la música electrónica. ¿Cómo ves eso?
Sí, creo que es la misma lucha en el sentido de que no reciben la notoriedad que merecen por el tiempo que han invertido en lo que hacen. Aunque creo que con músicos de instrumentos es diferente, que pueden ganarse la vida dando talleres, enseñando a ser músicos a otros. Recuerdo haber ido con mi papá a México a ver a Los Papines y daban talleres en las universidades. Supongo que un artista de música electrónica podría hacer eso también, pero tu sabes, muchos de ellos son muy místicos como Moodyman, que no son tan visibles. Es gente que no quiere verse así, son más introvertidos, misteriosos, ¿sabes a lo que me refiero? No tan cercanos a la gente a diferencia de músicos que tienen que estar tocando para comer y salir afuera para sobrevivir. Es diferente, pero sí comparten esa frustración de no ser reconocidos propiamente por lo que hacen. Estoy de acuerdo con lo que dices.
¿Y tú como te sientes al respecto? Veo que viajas, que tocas en festivales en Europa y otras partes del mundo, pero eres como un artista underground. No muchos te conocen, pero tienes el trabajo suficiente para que la gente te busque y te invite a tocar en algún lugar del mundo.
Sí. Supongo que es algo loco y extraño porque sí me siento como un artista underground, aunque algunas veces siento lo contrario. Pero sí, mucha gente no sabe que existo o no conocen mi música. Mi teoría es que a cualquier lugar que vaya meteré mi pie profundamente y haré lo que sé hacer, asegurarme de realmente romper fuerte las expectativas y que le guste a la gente para que me tengan de regreso. Además, asegurarme de que yo también me divierta, de manera que los demás pueden a su vez divertirse.
También eres parte de la comunidad Hip Hop, practicas ese aspecto en la música. ¿Qué me puedes contar de esa experiencia?
Para mí ese es el núcleo de todo en términos de ser DJ. Siempre le digo a la gente que soy un DJ de Hip Hop, pero que no toco solamente discos de Hip Hop y eso es lo que me distingue. Toco un poco de todo y al mismo tiempo eso es de lo que el Hip Hop se trata, por que siempre toco con una actitud Hip Hop, toco un poco de todo. Soy un producto de la comunidad de Hip Hop. Mucha gente dice que lo puede escuchar en mi música y no trato de esconderlo, no me molesta eso. El mundo del Hip Hop me hizo lo que soy y el mundo de la música bailable llevó lo que soy a otro nivel.
Y a lo mejor esa es la razón de por qué artistas como tú, que tienen un espectro musical muy amplio de influencias, no pueden cruzar a públicos que sólo escuchan un solo tipo de música.
Yo disfruto ser diferente, no creo que lo que yo hago es para todos. Sentiría que no soy especial si a todo el mundo le gustara. Es como si comieras lo mismo todos los días, eso no sería especial para uno. Cuando sales y te compras eso que realmente quieres, tu boca está salivando, ¿me entiendes? No es para todos lo que hago, es para cierta gente, no sé como explicarlo porque tengo ahorita 40 años y el estar en una posición en la que puedo conectar con gente más joven, gente que no conozco, es muy importante para mí, porque mucha gente piensa que a cierta edad ya no puedes conectar con ciertas gentes y yo en realidad no estoy cambiando nada en lo que hago. Creo que eso es un gran logro, que le interese a gente de 20 años en adelante, en festivales, clubs, te encuentras con que manejaron cinco horas para irte a ver, que saquen su tarjeta de crédito y te compren tus vinilos, que eres de alguna manera parte de su inspiración. Eso es muy cool.
¿Y qué me dices de tu relación con México? Me comentaste que habías venido de joven con tu papá.
Crecí en California, así que … (ríe) … ya sabes. He ido muchas veces a Tijuana en San Diego, mucho tiempo en Los Ángeles, alrededor siempre de muchos mexicanos. Estuve como una semana en el DF con Ozomatli tocando un show de Rock en español con una banda rastafariana de Argentina. Nos aventaron piedras cuando tocamos cosas más tradicionales, se puso muy loco.
Siempre ha habido una buena relación entre cubanos y mexicanos, históricamente.
Beisbol, box, a mi padre le encantaba el box, siempre vi que compartían esa pasión por el deporte, por los buenos boxeadores y peloteros mexicanos y cubanos, ¡son los mejores, siempre los mejores!
Escrito por: Ejival